16 may 2008

La cultura antivalor


Un antivalor es una figura física (una persona) o conductual (una práctica) que caracteriza lo opuesto a los principios morales y correctos establecidos para una mínima regulación del comportamiento humano.

Sin embargo, al plantear a la sociedad misma como autora de los criterios que componen el esquema de valores, no resulta extraño entonces ver que en medio de una postmodernidad pragmática que nos corroe, los antivalores se conviertan en la referencia.

La generación actual, hastiada del vacío que no han podido llenar aquellos parámetros de rectitud conductual, se inclina por el esnobismo de aplaudir los antivalores, escudados en lo muy politically-correct que resulta la individualidad de criterios (luego abordaré este tema cuando me refiera a la magnifica obra del Dr. Lutzer, "Who are you to judge?").

Ver a una persona públicamente deshinibida de sus preferencias sexuales, confesa lesbiana, decir que contraerá matrimonio con otra mujer es suficientemente desalentador. Pero ver a todo un público, a toda una generación, a casi toda una nación aplaudir al unísono tal desenfado es completamente frustante.

El problema no es Ellen DeGeneres, o que se haya criado en el seno de una familia disfuncional adepta a la cienciología-cristiana. Ni siquiera el problema es que sea lesbiana, porque si es por pecados, todos tendremos que dejar caer las piedras de nuestras manos. El problema que lastima es que hemos tirado a la basura el único compendio de normas absolutas que pueden regir al hombre: La Palabra de Dios, y ahora vamos por nuestros propios fueros... aplaudiendo lo necio y vil, llamándole bueno, tal como está escrito: ¡Ay de lo que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! (Is 5:20).

El problema es que como sociedad no somos capaces de discernir sobre lo bueno y lo malo, porque hemos despreciado la guía escrita que dejó Dios en manos del hombre para dirigir su vida. Hemos despreciado la Biblia, unica instrucción objetiva verdadera que contiene y es, en si misma, la voluntad de Dios. No es de extrañar entonces tales comportamientos colectivos.

Copyright
© Por Santiago Peralta.
http://www.eseperalta.blogspot.com. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro y sin alterar su contenido. No es necesario mencionar el autor o la fuente.

1 comentario:

Unknown dijo...

Estoy de acuerdo contigo Santiago.

Y debido a lo que dice este articulo es que no deberiamos enmiscuirnos en la politica ni mucho menos, porque no es asi que operan los candidatos de la politica mundial? ¡Ay de lo que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! (Is 5:20).

Entonces estamos reconociendo que este mundo piensa de esa manera, no seria sabio de nuestra parte entonces, no embarrarnos con el sistema politico que respira esta sociedad, la cual esta ciega porque hemos tirado a la basura el único compendio de normas absolutas que pueden regir al hombre: La Palabra de Dios.

Si los politicos se interesan tanto por nosotros, porque no establecen leyes que prohiba cierto estilo de vida? No les conviene, porque? que es lo que se vende en nuestro pais cuando llega la noche? No es el sexo? Tengamos cuidado con enmiscuinos con este mundo, podriamos declararnos enemigos de Dios, si desarrollamos una relacion con este mundo, incluyendo la politica. Sant. 4:4