La aterradora experiencia del pueblo de Israel en el desierto, relatada en Num 21:1-9, en donde serpientes venenosas que producían un dolor ardiente tan profundo que llevaban a la muerte a todo aquel afectado por una picadura, fue también referida por Pablo en 1Cor 10:9 "Ni tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes."
Esta es, sin dudas, una de esas experiencias que cualquiera quisiera olvidar. Sin embargo, el Señor se la recordó a Nicodemo para apuntar a su obra en la cruz del Calvario.
Veamos dos características que encierra este pasaje:
I- La singularidad de la obra de Cristo.
1.- Ante todo, Jehová Dios mandó hacer UNA SOLA serpiente. No mandó hacer docenas de serpientes para que fueran facilmente avistadas desde cualquier lugar del campamento. Había UNA SOLA serpiente levantada a la cual mirar. Cristo Jesús es el ÚNICO levantado para Salvación.
¿Ud. cree que no hubo intentos de impostores antes del Señor Jesucristo, que pretendían erigirse a sí mismo como el Mesías anunciado? Eche un vistazo a Hch 5:34-38 para que lo recuerde.
Solo Cristo fue levantado en el madero para que todo aquel que le viere y creyere en Él no se pierda, mas tenga vida eterna. Teudas y Judas el Galileo se levantaron a si mismos. A Cristo le levantó el amor del Padre por ti y por mi, para que por Su sangre derramada pudiésemos ser salvos.
2.- Jehová Dios mandó confeccionar una serpiente DEL MISMO tipo que las que estaban infringiendo dolor y muerte a Israel. No mandó hacer varios estilos diferentes, varias especies de serpientes.
El término utilizado para referirse a las serpientes "ardientes" era el hebreo שׂרף (śâraph::saw-raf'); que significa encender en fuego, causar una quemadura ardiente, algo que está ardiendo; de donde viene también la palabra serafín (Is 6:2). Este era el color de los serafines, como de fuego delante del trono de Dios. De aquí la referencia al nombre de estas serpientes.
Es decir, estas serpientes eran venenosas y sus colores eran brillantes, por lo que Moisés modeló una serpiente de bronce. Entonces imagíne una serpiente de bronze, reflejando los intensos rayos del sol de aquel desierto... parecía de fuego... una serpiente ardiente..!
Cristo Jesús no solo fue el ÚNICO levantado para Salvación, sino que la dimensión del pecado que redimía SOLO era comparable con la dimensión de la santidad del Cordero Inmolado, nuestro Señor Jesucristo.
II- El principio del antídoto.
Un antídoto o vacuna se fabrica de la misma bacteria o veneno que produce la enfermedad o muerte que estamos tratando de evitar.
¿Cómo se fabrica el antídoto para la picadura de serpientes? Se toma una serpiente, se extrae su veneno, ese veneno se inyecta a un bovino u otro animal del cual podamos extraer luego la sangre, y el suero de esa sangre que ya contiene anticuerpos es lo que nos puede salvar de la picadura de una serpiente.
Por esto fue levantada una serpiente en el desierto, y no otro animal.
Como respuesta al pecado del hombre, Dios Le hizo pecado para que podamos tener vida por Su muerte en la cruz. Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
Y de manera figurativa, de quien el Señor recibió una picadura en el calcañar, aunque le aplastó la cabeza en victoria, fue de la serpiente en la cruz...! "Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar." (Gen 3:15)
Es el principio del antídoto en la cruz: el cordero recibió la picadura del pecado de todos en el calcañar, y generó los anticuerpos suficientes por medio de Su sangre para que nosotros pudiésemos recibir el antídoto que nos salva de la muerte eterna. (Jn 3:14-15)
Al inyectarse el veneno del pecado en la sangre de Cristo, hoy podemos recibir de Él, y solamente de Él, el antídoto para que no muramos eternamente...! Gloria al Dios de los cielos...!
Cristo es el único levantado como Salvador de los hombres. Cristo fue el único levantado para salvación completa, regeneración total, salvación plena, vida eterna... Porque ningún otro fue levantado a su alrededor en la historia para un propósito similar. Todo fue consumado por Cristo en la cruz del Calvario.
Si tu crees esto, confiando en las promesas de la palabra de Dios y esperando su cumplimiento, y confiesas con tu boca al autor y consumador de esa fe que te salva, a Cristo Jesús, has venido a Salvación con el paquete completo de beneficios eternos para tu alma, ya que en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
© Por Santiago Peralta. http://www.eseperalta.blogspot.com. Usted puede reproducir y/o distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin que se altere su contenido y se incluya este párrafo en la reproduccíon.
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